La Delegación del Gobierno en Cataluña, con el Banco de Alimentos de Barcelona en la gestión del programa de ayuda a personas desfavorecidas

02/04/2019



La entidad, es una de las Organizaciones Asociadas de Distribución (OAD) que participan en el programa nacional de distribución de alimentos gestionado por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA). Junto con Cruz Roja, en 2018 se distribuyeron en Cataluña más 12 millones de kilos a 630 organizaciones asociadas, encargadas de entregar los alimentos a los destinatarios finales.


La Delegación del Gobierno en Cataluña, supervisa en el territorio el cumplimiento del programa nacional de distribución de alimentos a las personas más necesitadas, una iniciativa cofinanciada en un 85% por el Fondo de Ayuda Europea para los más desfavorecidos y en un 15% por la Administración General del Estado.

En 2018, en Cataluña se han distribuido gratuitamente 11.845.348,9 millones de kilos por un valor de 10 millones de euros. Esta ingente cantidad de productos se almacena en nueve centros de distribución de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) y de Cruz Roja Española, repartidos en las cuatro provincias, desde donde se distribuye a las organizaciones intermediarias con el beneficiario final. El Banco de Alimentos de Barcelona, situado en la zona franca, es el más grande de todos ellos y el que gestiona más de la mitad del total de los alimentos que se reparte en Cataluña

Se trata de una tarea compleja que requiere una sólida experiencia logística y de organización de equipos que, en su mayoría, están integrados por personas voluntarias a quienes se debe el éxito de este programa.

Entre estas personas, se encuentra el director del Banco de Alimentos de Barcelona,  LLuis Fatjó-Vilas, durante 40 años empleado en una multinacional líder de la comunicación, 20 de ellos responsable máximo del área de investigación de mercados, hombre dinámico, comprometido con la gestión profesional del Banco, la actualización tecnológica y consciente de los retos del futuro inmediato que, en sus propias palabras “pasan por un cambio de mentalidad, un paso adelante desde el asistencialismo hacia la lucha contra el despilfarro alimenticio”.

Fatjó-Vilas conoce bien a las Organizaciones Asociadas de Reparto (OAR) que son las entidades que entregan los alimentos a las personas necesitadas, en situación de exclusión social y/o dependencia económica: individuos, familias, hogares o grupos que se encuentran en situación de pobreza económica, personas sin hogar y otras personas en situación de especial vulnerabilidad social.  

Las Organizaciones Asociadas de Reparto, en Cataluña asciende a 630, entre las que se encuentran parroquias, asociaciones vecinales, colectivos de personas inmigrantes, comedores sociales, etc. Se trata de organizaciones sin ánimo de lucro y estatutos afines al programa de ayuda a las personas desfavorecidas. Deben disponer de una mínima organización administrativa que les permita gestionar el reparto gratuito de acuerdo con la normativa. Son, precisamente estas exigencias burocráticas derivadas de la necesidad de fiscalización de los presupuestos del Estado, las que dificultan la labor de las entidades más pequeñas.

Una constatación que Fatjó_Vilas no ha dudado en trasladar al personal funcionario de la Delegación del Gobierno en Cataluña que supervisa el correcto funcionamiento de esta iniciativa, en el marco de la relación de cooperación que existe y que está basada en el reconocimiento de la importante labor que realizan las entidades y en la búsqueda común de mejoras en la gestión del programa. Una de las mejoras propuestas por el Banco, es que exista mayor coordinación en las entregas de los alimentos para garantizar que los 12 meses del año quedan cubiertos, sin periodos de acumulación o de escasez, que alteren la organización de las entidades intermediarias. 

En 2018, estas entidades repartieron alimentos de manera gratuita a un número de personas comprendido entre las 203.000 y las 206.000 dependiendo de la fase del programa de reparto, según los datos del Fondo Español de Garantía Agraria.

Entre los retos pendientes en relación con los beneficiarios, según apunta el director del Banco de Alimentos, está atender de manera estable al colectivo de  inmigrantes en situación irregular que, por ser desconocidos para los servicios sociales públicos u homologados, carecen de los informes preceptivos. No obstante, estos informes no son necesarios para el reparto de alimentos a comedores sociales o a personas sin hogar.

El Programa Operativo de ayuda alimentaria del Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (2014-2020), en España, gestionado por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) autorizó para 2018 la licitación para la compra de alimentos por un valor total de 78.420.781,33 euros (IVA no incluido). Las organizaciones asociadas de distribución, son la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) y Cruz Roja Española, a través de sus respectivas delegaciones territoriales.