La delegada del Gobierno recibe a los niños saharauis que pasan el verano con familias de acogida navarras
23/08/2017
La delegada del Gobierno en Navarra, Carmen Alba, ha recibido esta mañana a una representación de niños saharauis que pasan este verano en la Comunidad foral con familias de acogida dentro del programa “Vacaciones en Paz 2017”.
Al acto, que ha tenido lugar en la Delegación del Gobierno, han asistido además representantes del pueblo saharaui en Navarra, como Badadi Benamar Salama, así como algunas de las familias navarras de acogida y varios miembros de la Asociación Navarra de Amigos del Sáhara (ANAS).
La delegada ha querido alabar el papel imprescindible que juegan las familias navarras que toman la decisión de acoger a estos niños. Para Alba es “un acto muy generoso y digno de admiración llevado a cabo por parte de las familias, quienes sois decisivas para hacer que el verano de estos pequeños sea lo más cómodo y amable posible antes de regresar a sus campamentos, un esfuerzo que, creedme, es muy reconocido y valorado por todos los que hemos tenido la oportunidad de conoceros a vosotros y a los niños”.
La delegada también ha querido tener unas palabras con los menores saharauis a quienes ha dicho que espera que hayan disfrutado de su verano en España, reconociendo que “para mí, y estoy segura que para vuestras familias de acogida, es un regalo teneros aquí y veros siempre con una sonrisa. Ahora que finaliza el verano tenéis ganas de regresar para poder estar con vuestras familias, pero espero que el año que viene nos volvamos a ver”.
El grupo de chicos saharauis asistentes a la recepción en la Delegación son una una representación de los 102 menores, de entre 8 y 13 años, y 5 monitores, que residen durante los meses de verano con 85 familias de acogida navarras.
El Gobierno de España autorizó el pasado mes de junio la residencia temporal de un total de 4.793 menores y la estancia de 394 monitores de origen saharaui en España en el marco de este programa.
Este programa solidario funciona como tal desde mediados de los años 90 y permite a familias españolas acoger, de manera temporal, a menores procedentes de los campamentos de refugiados saharauis situados en la provincia de Tindouf, y da la oportunidad a miles de niños de disfrutar durante el verano de unas vacaciones en España para, luego, regresar a sus lugares de procedencia.