El Delegado del Gobierno agradece su trabajo a los observadores de la AEMET en el Día Meteorológico Mundial

El Delegado del Gobierno agradece su trabajo a los observadores de la AEMET en el Día Meteorológico Mundial

23/03/2012

El Delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, hizo entrega de sendos diplomas, acreditativos de su colaboración y en reconocimiento de su trabajo, a dos observadores que colaboran con la AEMET, acto enmarcado en el programa de celebración del Día Meteorológico Mundial.
Los observadores de la AEMET recogen diariamente los datos de las estaciones meteorológicas a su cargo, y los transmiten ordinariamente de manera mensual a la Delegación de la AEMET en Asturias que dirige el meteorólogo Iñigo Caballero. Sus aportaciones son básicas tanto a la hora de realizar las predicciones por parte de la AEMET, como en la documentación de las condiciones climáticas históricas de la región.

Los premiados fueron Pedro Ángel Fernández Alonso, residente en Benia de Onís, que mantiene la tradición de su padre, Pedro Fernández Prieto, que inició las observaciones para la AEMET en octubre de 1970; y Eduardo González Álvarez, residente en Soto de la Barca, que recoge diariamente las mediciones en la estación ubicada en la Central Térmica de Soto de la Barca, donde trabaja. La estación de la que informa Eduardo se instaló en 1963.

Pedro Ángel Fernández Alonso recibió personalmente de manos de Gabino de Lorenzo el diploma acreditativo de su colaboración y en agradecimiento por su trabajo, mientras que por razones laborales Eduardo González Álvarez no pudo desplazarse, acudiendo al acto su esposa, María Teresa Aparicio Fernández, y su hija, Patricia González Aparicio.

El Delegado del Gobierno agradeció a los observadores voluntarios de la AEMET su labor indicando que “el saber o el conocimiento relacionado con la meteorología es tan antiguo como la humanidad. El hombre, a merced de las circunstancias climatológicas, siempre ha observado el cielo para preveer tormentas o sequías, para aventurar los movimientos de los animales que cazaría para alimentarse, o programar las siembras y cosechas”. Para De Lorenzo “de esa raíz llega a nuestros días la labor desinteresada de los observadores que colaboran con la Agencia Estatal de Meteorología. La ciencia ha avanzado, la técnica ha puesto a su disposición radares, satélites, ordenadores, etc., pero no ha desplazado el trabajo fundamental del ser humano en la recogida de datos directos que complementan de manera necesaria el resto de informaciones”.