El 29 de enero entra en vigor el límite de 90 km/h en carreteras convencionales

La Delegada y el resto de autoridades, ante la nueva señal

28/01/2019

  • La medida afecta a más de 450 Km de la red viaria del Estado en Asturias y ha supuesto un coste de 6.000 euros
  • Reducir la siniestralidad, disminuir los límites máximos de velocidad de los diferentes vehículos y avanzar hacia el establecimiento de un sistema seguro vial son los tres objetivos principales del límite a 90 km/h
  • La Delegada de Gobierno, la Jefa Provincial de Tráfico, el Jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Asturias, el Jefe del Área de Conservación y Explotación de la Demarcación de Carreteras y el Teniente Jefe del Destacamento de Gijón, Jefe Acctal. del Sector/Subsector de Tráfico de Asturias han presenciado el cambio de la última señal con límite 100 km/h
  • En 2017 las 29 víctimas mortales que fallecieron en vías interurbanas de Asturias lo fueron en carreteras convencionales

Mañana entra en vigor la modificación del artículo 48 del Reglamento General de Circulación referido a los límites de velocidad en carreteras convencionales y estableciendo como velocidad genérica máxima en dichas vías los 90 km/h.

En Asturias, esta medida afecta a 459 kilómetros de los más de 4.500 kilómetros de vías de única calzada sin separación física y con un carril por cada sentido de circulación. A tal efecto, la Demarcación de Carreteras del Estado ha procedido durante los últimos 30 días a la retirada o cambio de señales con los antiguos límites de velocidad, sustituyendo 31 señales con un coste de 6.000 euros.

La Delegada de Gobierno, Delia Losa Carballido, ha señalado durante el acto en el que se ha procedido a cambiar la última señal de tráfico con límite a 100 km/h, que “esta reducción de la velocidad debe ir acompañada de una mayor vigilancia y control por parte de los cuerpos de seguridad encargados de la vigilancia del tráfico y  de mejoras y actuaciones en el diseño de las infraestructuras por parte de los titulares de la vía”

Principales objetivos

El principal objetivo de la medida es reducir la siniestralidad vial y cumplir el objetivo establecido en la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 de bajar de 37 la tasa de fallecidos en accidente de tráfico por millón de habitantes. En Asturias, esta tasa fue de 37 en 2017.

Converger con Europa. La mayoría de los países de la Unión han ido adoptando medidas de reducción de las limitaciones de velocidad en aquellas vías en las que no hay separación física de sentido, siendo la tendencia mayoritaria la limitación de 90 km/h aunque algunos países ya han apostado por establecer en estas vías limitaciones de 80 km/h, como Suecia y Holanda, referentes en seguridad vial.

Reducir la diferencia de velocidad entre vehículos de transporte de viajeros y mercancías respecto de los turismos. Según diferentes estudios, los vehículos que circulan a velocidades dispares de la media de la vía, como pueden ser los camiones en relación a coches y motos, son más susceptibles de provocar un accidente, con una probabilidad 6 veces mayor que si estos vehículos circularan a la media del resto. Del mismo modo, velocidades de circulación más homogéneas favorecen la fluidez del tráfico.

Avanzar hacia el establecimiento de un sistema seguro vial, que consiste en tratar de minimizar las consecuencias negativas de un potencial accidente. Los límites de velocidad son el instrumento adecuado para equilibrar las necesidades de movilidad y seguridad ya que a menor velocidad, el impacto en caso de siniestro es menor.

Razones de peso

Esta bajada de velocidad se produce en aquellas vías donde se registra el mayor número de víctimas (en torno al 75-80% de media en los últimos 5 años) y en las que la velocidad es un factor concurrente.

En 2018 han fallecido 29 personas en estas carreteras en Asturias. El accidente más frecuente es la salida de la vía que representa el 49% de los accidentes mortales, seguido de las colisiones frontales con el 18%. Muchos de estos accidentes están relacionados con pérdidas de control debido a velocidades excesivas.

A mayor velocidad, mayor distancia de detención. En condiciones óptimas, de vehículo,  carretera, conductor y atmosféricas, a 90 km/h se necesita 70 metros para detener el vehículo y a 100km/h la distancia se eleva a los 84 metros, o lo que es lo mismo, más de lo que mide de ancho un campo de futbol. Con el suelo mojado, la distancia de detención aumenta casi un 70%

Asimismo, a mayor velocidad menor campo de visión. Un conductor circulando a 65 km/h tiene un ángulo de visión de 70 grados, a 100km/h el ángulo de visión se reduce a 42 y a 150 km/h dicho ángulo es de 18 grados, es decir, solamente ve el centro de la carretera.