El Presidente dice sentirse responsable de las consecuencias políticas de la sentencia sobre el Estatut

Intervención de Zapatero en Tribuna Barcelona.

23/07/2010

José Luis Rodríguez Zapatero asegura, además, que se propone recuperar la confianza entre instituciones, fuerzas políticas y sociedad.

El Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado en su conferencia "Cataluña y España hoy", que ha pronunciado en el foro Tribuna de Barcelona, que para volver a crecer tras la salida de la crisis, "España necesita a Cataluña y Cataluña necesita a España" y añadió que sólo hay un modo de concebir esta convivencia: en el seno de un proyecto común, fundamentado en el respeto y en el reconocimiento de quienes lo integran.

Argumentó que si tuviera que sintetizar en tres las principales ideas o valores que dan sentido a su compromiso político, estos serían: la España plural, el avance democrático y la igualdad, la no discriminación.

Horizonte económico

El jefe del Ejecutivo inició su intervención poniendo el acento en el proceso de reformas que el Gobierno está llevando a cabo para fortalecernos ante la salida de la crisis, para impulsar la recuperación económica, propiciar el cambio de modelo productivo, lograr una economía más competitiva y sostenible, volver a crear empleo y preservar y el estado del bienestar.

Estas reformas, entre las que citó la relativa al sistema financiero, ya muy avanzada; la del mercado de trabajo, en trámite parlamentario; y la que afecta a las pensiones, no son fáciles y requieren esfuerzo, pero a medio y largo plazo producirán un gran provecho, dijo. Dichas iniciativas, junto al "rigor" y la "austeridad" aplicada en el gasto público, "seguirán absorbiendo la energía y la determinación del Gobierno de España" en los próximos meses, sostuvo.

El Presidente del Gobierno explicó que las grandes reformas en curso hay que completarlas con otros cambios que inciden en la competitividad de nuestra economía y que afectan a las infraestructuras, la I+D+i y la formación, en las que el Ejecutivo ha venido trabajando desde 2004.

En este punto, Rodríguez Zapatero subrayó el significativo esfuerzo del Estado en la modernización de las infraestructuras en Cataluña, entre las que citó la nueva terminal del Prat o la conexión en Alta Velocidad. En los últimos cinco años se han invertido más de 12.000 millones de euros, especificó el Presidente.

A pesar de las restricciones presupuestarias que ha habido que adoptar, de los 182 contratos en marcha en Cataluña, sólo se rescinden cinco, y, de ellos, tres se volverán a licitar. Además, especificó el Presidente, si nos atenemos al criterio del volumen de inversión, la afectación es, en términos relativos, "limitadísima".

En materia de investigación, Rodríguez Zapatero dijo que se había multiplicado, prácticamente, por tres el gasto público en I+D y puso como ejemplo la reciente inauguración del Sincrotón ALBA en Cerdanyola del Vallés, la mayor infraestructura científica construida en España y en todo el sur de Europa.

El Presidente también hizo referencia a la importancia que para el presente y el futuro de la economía de Cataluña tiene la política industrial, la Innovación y la internacionalización de sus empresas.

Dijo que el objetivo del Plan Estatal es aumentar en tres puntos el peso de la industria en la economía, pasando así del 15% actual al 18% en 2020, para situarnos en el promedio de la Unión Europea. Un promedio que ya se alcanza en Cataluña, pero cuyo objetivo deberá ser aún más ambicioso: superar ese año el 20%.

España plural

El Presidente recordó su posición en defensa del Estatut. Dijo que siempre consideró que había que dar cauce, de acuerdo con los procedimientos y las reglas previstas en la Constitución y en el propio Estatuto vigente, a la voluntad mayoritaria de la sociedad catalana de renovar su autogobierno y de ver reforzado el reconocimiento de su identidad política.

Se refirió al recurso planteado por el PP ante el Tribunal Constitucional que cuestionaba globalmente el Estatut y a la sentencia dictada por el Alto Tribunal, que dijo acatar y prestar el debido apoyo institucional. Aclaró, además, que no era "responsable" de la sentencia, pero que sí se sentía responsable de sus "consecuencias políticas" y que era consciente de la "incomodidad y malestar " generado en un sector amplio de la ciudadanía de Cataluña.

No obstante, señaló que los efectos jurídicos de la sentencia eran limitados, si se comparan con la extensión de la impugnación.

Por tanto, a su juicio, el Estatut ha resultado globalmente convalidado, pues ya no pende sobre él la incertidumbre jurídica del recurso y tiene despejado el horizonte de su desarrollo y aplicación.

En este punto resumió su toma de posición ante la sentencia, que consiste en reafirmar el respeto a los sentimientos de identidad de los ciudadanos de Cataluña, en analizar la posibilidad de regular, por el cauce legal procedente, las cuestiones declaradas inconstitucionales por el Tribunal por razones de forma no de fondo, y en reiterar el compromiso de seguir desarrollando y aplicando el Estatut.