La Guardia Civil toma declaración como investigada a una persona por la venta fraudulenta de productos fitosanitarios

La Guardia Civil toma declaración como investigada a una persona por la venta fraudulenta de productos fitosanitarios

06/09/2017

El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Tarragona (SEPRONA), ha tomado declaración en calidad de investigado a un varón de 37 años y con domicilio en una población de la provincia de Cuenca, por la comisión de varios delitos relacionados con el medio ambiente, propiedad industrial, estafa, falsificación y daños. Se han practicado varias inspecciones en mercantiles de la provincia de Tarragona dedicadas a la distribución de productos fitosanitarios, donde se han intervenido más de 2.000 litros de productos fitosanitarios con una composición diferente a la que figuraba en la etiqueta del envase.

En el mes de mayo del actual, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Tarragona tuvieron conocimiento que varios agricultores de la zona del delta del Ebro habían sufrido severos daños en los cultivos de arroz a raíz de la aplicación de determinadas sustancias fitosanitarias.

A raíz de dicha información se abrió una investigación al objeto de poder ubicar la composición, origen, venta y distribución de los citados productos, practicando varias inspecciones en mercantiles dedicadas a la distribución de plaguicidas en la zona afectada. Las primeras investigaciones permitieron identificar dos productos cuyo etiquetado presentaba irregularidades que hicieron sospechar de su falsificación. Estos productos habían sido adquiridos por los distribuidores a un agente comercial ubicado en la comunidad de Castilla La Mancha, que los había ofertado a un precio muy competitivo.

Tras proceder a la toma de muestras de los citados productos y contrastarlas con los originales, se pudo confirmar que el producto contenido en los envases no correspondía con su etiquetado, determinando que el procedimiento seguido en el fraude cometido había sido sustituir (aprovechando la similitud de los envases), el etiquetado de un producto de precio económico utilizado para el cultivo de cereal, por el de los que se utilizan para el cultivo de arroz, cuyo precio es tres veces superior al del mencionado anteriormente, generando su venta grandes beneficios económicos.

La comercialización del producto fraudulento se llevó a cabo sin tener en cuenta los efectos adversos que podía tener la aplicación de sustancias destinadas a cultivos de secano en un medio acuático como los arrozales, máxime cuando el producto está catalogado como tóxico para organismos acuáticos, agravándose esta circunstancia por el hecho de que muchas de las zonas afectadas se encuentran dentro del ámbito de protección del Parque natural del delta del Ebro.

Tras diferentes actuaciones, la investigación culminó con la localización de una persona afincada en la provincia de Cuenca que proveía ese producto a varios distribuidores de la zona del delta, esta persona distribuía los productos con la etiqueta manipulada para imitar a los de procedencia legal, careciendo de las garantías necesarias en la seguridad y la calidad del producto.

Por dicho motivo se procedió  a la citación de dicha persona en dependencias policiales, tomando declaración en calidad de investigado por la comisión de delitos relacionados con el medio ambiente, propiedad industrial, estafa, falsificación y daños, siendo puestas las actuaciones a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Amposta.

Utilidad de los fitosanitarios

Estos productos son aplicados en los cultivos para el tratamiento de  enfermedades de los vegetales y para combatir plagas de parásitos. Su uso exige estrictas medidas de seguridad, tanto en la aplicación, debiendo estar en posesión del Carné de Manipulador, como en los tiempos de seguridad, que implican la prohibición de comercializar los productos agrarios en determinados plazos desde su aplicación.

Al no respetar las condiciones legales de fabricación o aplicación se pueden generar, entre otros, importantes perjuicios para el medio ambiente, por el riesgo de contaminación de los suelos de cultivo.

En este sentido hay que tener en cuenta que el riesgo deriva, tanto de la aplicación de productos que explícitamente están prohibidos, como de otros que, aún siendo sustancias autorizadas, están formulados con proporciones no evaluadas, por lo que pueden alterar el equilibrio químico de los suelos de cultivo.