La delegada destaca la labor de los policías locales como primer eslabón en la protección de las víctimas de violencia de género

Un instante de la inauguración

18/02/2019


• Un centenar de miembros de la Policía Local participan en unas jornadas centradas en la sensibilización y la profundización en los protocolos y recursos de la sociedad para luchar contra la violencia de género


La delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, ha inaugurado esta mañana las jornadas de formación para miembros de la policía local contra la violencia de género organizadas por la Junta de Extremadura y en a que han participado un centenar de efectivos de este cuerpo.

En la inauguración de las jornadas la delegada del Gobierno ha agradecido la colaboración de la policía local en la asistencia y protección de las víctimas. “Ya se ha sumado un ayuntamiento extremeño, concretamente el de Navalmoral de la mata, –ha anunciado la delegada- al convenio VIOGEN y se van a sumar próximamente otros; este será un buen instrumento para que podáis realizar un trabajo más eficaz”. La delegada ha destacado la importancia de los miembros de la policía como el primer eslabón de la cadena de atención a las víctimas de violencia de género: “Sin vosotros, que sois el primer eslabón de la cadena de atención a las víctimas, el resto del sistema no funcionaría”.

García Seco ha recordado que “ya sabéis que para mí la lucha contra la Violencia de Género es una de las prioridades en mi gestión como delegada del Gobierno y que para este Gobierno es un eje clave de actuación. Es fundamental que transmitamos a las mujeres que una vez que dan el difícil paso de pedir ayuda van a encontrar, no sólo esa ayuda que nos piden, sino también la comprensión de toda la sociedad. No sólo es cuestión de recursos y disposiciones, es cuestión también de sentimientos y de empatía”.

Tras recordar que la violencia de género es un problema transversal, que afecta a todas las clases sociales y a todos los entornos, la delegada ha recordado los datos esta lacra, “Mirad, en estos momentos en Extremadura hay 1.538 víctimas de violencia de género; pero es que desde la puesta en marcha del Viogén, que es el sistema de seguimiento integral de la violencia de género del ministerio del Interior, en Extremadura hemos tenido 10.653 casos con 9.800 víctimas”.

García Seco pidió compartió con los participantes en las jornadas una reflexión sobre el excesivo foco mediático en torno a las víctimas y la escasa atención sobre el agresor y su rechazo social, “. Es necesario que el conjunto de la sociedad rechace contundentemente el comportamiento del agresor, que sean señalados con el dedo por su entorno más cercano; ese que conoce o que intuye que se están produciendo agresiones y que mira hacia otro lado. Ahí tenemos que incidir como sociedad, en desechar esos comportamientos. En estos momentos hay 190 internos en las cárceles extremeñas por delitos de violencia de género, pero la sociedad conoce mucho más de las víctimas que de sus agresores”.

La delegada del Gobierno en Extremadura se ha referido también a las otras víctimas de la violencia de género, los menores, sobre los que señaló, “hay otras víctimas de la violencia de género a los que debemos prestar atención los hijos e hijas que viven un calvario en sus casas y que son los más indefensos. Tenemos que detectar estas situaciones y actuar de forma coordinada para crear a su alrededor un entorno de protección que les deje crecer felices”.

García Seco también aludió a los últimos datos de criminalidad de Extremadura, conocidos ayer, de los que señaló que “son bueno, siguen reduciéndose el número de delitos, pero tenemos que preocuparnos y ocuparnos del aumento de delitos contra la libertad sexual de un 25 %, y especialmente las agresiones sexuales, que han pasado de 10 a 21. No hay tiempo que perder, toda la sociedad debe reaccionar para frenar esta pesadilla”.

La delegada ha recordado también a la décima víctima mortal de la violencia machista en España, que se ha conocido este fin de semana y ha elogiado la actuación de un Guardia Civil, fuera de servicio que intervino para evitar una situación de violencia de género en Mérida.