La delegada del Gobierno muestra todo su apoyo a la plataforma vecinal ‘Salvem es monument de Sa Feixina’

Palmer, reunida con los representantes vecinales

11/03/2016

Palmer ha recibido a sus representantes que han registrado en Delegación alegaciones dirigidas al Ministerio de Educación y Cultura para intentar paralizar el derribo del monolito / “Los ciudadanos esperan de sus gobernantes que resuelvan sus verdaderos problemas y no medidas populistas que no conducen a nada”, asegura la delegada


La delegada del Gobierno en Illes Balears, Teresa Palmer, ha recibido esta mañana a los representantes de la plataforma ciudadana ‘Salvem es monument de Sa Feixina’, quienes han registrado minutos antes en la Delegación una serie de alegaciones dirigidas al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte con el objetivo de paralizar el anunciado derribo del monolito por parte del Ajuntament de Palma.

Representantes de la plataforma ‘Salvem es monument de Sa Feixina’, formada por 19 asociaciones vecinales y otras entidades, han explicado a la delegada los argumentos que presentan amparándose en las leyes estatales de Patrimonio Histórico y Memoria Histórica. “Ante la nula capacidad de diálogo del tripartito que gobierna Cort, la plataforma ha decidido pedir amparo al Ministerio de Cultura, para lo que cuentan con todo mi apoyo”, ha manifestado la delegada, quien tratará de “agilizar” los trámites para que el Ministerio ofrezca una respuesta que “evite el derrumbe”.

“El monumento de Sa Feixina es parte de nuestra historia, una historia que está ahí, que no se puede reescribir y que tampoco podemos olvidar”, ha añadido Palmer. “Me llama la atención que el PSOE apoye esta iniciativa de sus socios de gobierno cuando en 2010, con una alcaldesa socialista, todos los grupos políticos acordaron por consenso eliminar los recuerdos franquistas del monolito de Sa Feixina para poder respetar, sin herir sensibilidades, un recuerdo de nuestra historia”.

Finalmente, la delegada ha asegurado que “medidas como ésta no son lo que necesita la ciudadanía. Los mallorquines y baleares en particular, y los españoles en general, esperan de sus gobernantes que resuelvan sus verdaderos problemas y no medidas populistas que no conducen a nada y que generan y avivan polémicas y enfrentamientos ya enterrados”.