La Guardia Civil de Tráfico de Cantabria intensificará los controles de alcoholemia en Nochevieja y Año Nuevo

30/12/2008

El objetivo es concienciar a los conductores de que no hay excepciones a la hora de conducir sin haber bebido


La Jefatura Provincial de Tráfico y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Cantabria han preparado un dispositivo para intensificar los controles de alcoholemia durante Nochevieja y Año Nuevo con el fin de concienciar a los conductores sobre los efectos del consumo de alcohol, “ya que no puede haber excepciones a esta norma”, señalaron los responsables de ambos servicios”. El alcohol en la conducción es un factor de riesgo que provoca casi el 30% de las víctimas mortales por accidentes de tráfico.

Los agentes de la Guardia Civil, con la colaboración del personal del Ministerio de Fomento, tienen previsto llevar a cabo un amplio dispositivo de control de la alcoholemia tanto en autovías como en carreteras regionales y locales, especialmente en las zonas más circuladas esa noche como son las de acceso a núcleos urbanos como Santander y Torrelavega.

Tanto las S-20 (Autovía del Sardinero) como la S-10 (Autovía de Parayas) y la Autovía entre Santander y Torrelavega serán puntos de especial control de las patrullas de Tráfico, sin olvidar aquellas carreteras periféricas a Santander, que esa noche serán las que registren un más alto índice de vehículos.

El artículo 379 del Código Penal señala que será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o a la de multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, a la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años el que condujere con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gramos por litro.

Los responsables de Tráfico en Cantabria manifestaron que “hay muchos momentos en los que el consumo de alcohol está incorporado a las relaciones sociales y eso se multiplica cuando llega Nochevieja. Por eso es necesario que toda la sociedad se implique en la responsabilidad de que nadie conduzca después de haber bebido. Porque por poco alcohol que se consuma la capacidad al volante se ve afectada”.

Tráfico trata de movilizar a la sociedad en general para que nadie permanezca pasivo ante los conductores que van a ponerse al volante después de haber consumido bebidas alcohólicas: “Todos podemos hacer algo para impedirlo. Todos somos responsables de que quien ha bebido no coja el coche. Si conduces no bebas, ni dejes que otros lo hagan. Porque todos somos parte del problema y de la solución. Al volante, cero alcohol”, son algunos de los mensajes que tratan de concienciar sobre el problema.