El BOE publica las órdenes que definen las explotaciones y animales asegurables dentro del 42º Plan de Seguros Agrarios Combinados
06/05/2021
• Este nuevo Plan cuenta con 251 millones de euros, lo que supone un incremento de 40 millones de euros en el presupuesto destinado a subvencionar las primas de seguros y, por lo tanto, un 19 % más respecto al presupuesto establecido en el Plan durante los últimos cuatro años.
• El sistema de seguros agrarios español se configura como un mecanismo de contribución público-privada, que contribuye a la estabilidad de las rentas de las explotaciones agrarias, al protegerlas frente a las adversidades climáticas u otros fenómenos naturales.
El BOE ha publicado esta semana las órdenes que definen las explotaciones y animales asegurables, así como las condiciones técnicas mínimas, el ámbito de aplicación, el periodo de garantía, que se enmarcan dentro del 42º Plan de Seguros Agrarios Combinados.
Este nuevo Plan de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) cuenta con 251 millones de euros, lo que supone un incremento de 40 millones de euros en el presupuesto destinado a subvencionar las primas de seguros y, por lo tanto, un 19 % más respecto al presupuesto establecido en el Plan durante los últimos cuatro años.
Durante los últimos años, el sistema de seguros agrarios ha soportado un déficit estructural que ha obligado a realizar ampliaciones de crédito. Por ello, en los Presupuestos Generales del Estado para 2021 se incluyó una ampliación para alcanzar los 251,2 millones de euros para solucionar el problema de déficit e introducir en el seguro nuevas medidas que mejoren sustancialmente el apoyo que se presta a agricultores y ganaderos.
42º Plan de Seguros Agrarios
El proyecto de 42º Plan de Seguros Agrarios contempla todas las líneas de seguro, cuyo periodo de contratación se inicia a lo largo de 2021, junto con las diferentes subvenciones aplicadas y los porcentajes de subvención establecidos para cada una de ellas.
El incremento en el presupuesto resulta de gran importancia para el sector, ya que asegura una financiación suficiente para cubrir las subvenciones al seguro agrario con los actuales niveles de contratación. Además, permite introducir medidas de mejora en el seguro agrario, todas ellas relacionadas con un mayor apoyo público al asegurado, algunas muy demandadas por el sector agrario.
Entre las nuevas medidas de apoyo destaca la subvención de los recargos del seguro aplicados por una elevada siniestralidad individual. Esto permitirá prestar un mayor apoyo a aquellos productores cuyas explotaciones se ubican en zonas de mayor riesgo, como aquellas zonas que reiteradamente padecen fenómenos tormentosos u otras adversidades climáticas.
En línea con la política del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) de apostar por el fomento del relevo generacional, es significativo el aumento en diez puntos de la subvención que perciben los agricultores jóvenes, duplicando así la subvención que se venía percibiendo por este concepto, al pasar de un 10 % de media actual a un 20 %.
Evolución de seguros
El sistema de seguros agrarios español se configura como un mecanismo de contribución público-privada, que contribuye a la estabilidad de las rentas de las explotaciones agrarias, al protegerlas frente a las adversidades climáticas u otros fenómenos naturales.
La contratación de seguros agrarios experimentó una evolución muy positiva a lo largo del año 2020, tanto desde el punto de vista de las pólizas contratadas, como de la superficie, producción y capital asegurados. Las pólizas ascendieron a 416.000, un 5 % más que el ejercicio anterior, mientras que la superficie asegurada ha alcanzado los 7,8 millones de hectáreas, un 23 % más.
Estos datos de ENESA demuestran la implantación, cada vez más arraigada, de la cultura del seguro agrario.
Otras magnitudes del seguro en 2020 se mantuvieron en los mismos parámetros del año anterior. Así, el coste global de los seguros fue de 794,5 millones de euros, que supusieron apenas un 1 % de incremento (783,4 en 2019).
Se trata de una tendencia favorable que contribuye al objetivo del MAPA de garantizar, independientemente de las contingencias climáticas o de otro tipo, las rentas de las explotaciones agrarias.