¡Ni un paso atrás!
Artículo de la Delegada del Gobierno por el 8M

¡Ni un paso atrás!<br/>Artículo de la Delegada del Gobierno por el 8M

08/03/2020

¡Ni un paso atrás!

Delia Losa, delegada del Gobierno en el Principado de Asturias

(artículo publicado por El Comercio el 8 de marzo)

Hablemos de un pasaje fundacional de una religión que marcó inevitablemente nuestra historia. Ese que describe que Eva, vulnerando una prohibición, muerde la manzana prohibida en el Paraíso condenando a la humanidad. Cuenta la Biblia que el castigo de su creador por tal desobediencia fue someterla a Adán: “Él tendrá autoridad sobre ti”. El relato nos sirve de ejemplo para mostrar cómo las mujeres llevamos desde el principio de los tiempos haciendo frente a la desigualdad. Quienes idearon la historia de Adán y Eva tenían un objetivo muy específico, controlar a las mujeres a través del potente instrumento de la culpa. Y no por casualidad es una situación que se repite en el resto de religiones. Llevamos demasiados siglos tratando de hacer frente a una misoginia rancia, hermética y castradora de los derechos humanos.

Hace tan solo unos días la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michele Bachelet, reconocía que “estamos viendo los derechos de las mujeres atacados desde muchos frentes”. Lo dijo en el 25 aniversario de la Conferencia de la Mujer en Beijing, una plataforma de acción que fue revolucionaria porque proclamó algo que ahora nos parece tan fundamental como que los derechos de las mujeres son derechos humanos. Fue un golpe sobre la mesa a reivindicar. Antes de Beijing la discriminación contra la mujer era ampliamente tolerada y la violencia de género se consideraba un asunto privado que debía tratarse dentro de la familia.

En pleno 2020, cuando estamos en la cresta de la cuarta ola del feminismo, vemos retrocesos y el resurgimiento de narrativas contra la igualdad de género basadas en la discriminación de siglos, lo vemos en todo el planeta y sobre todo en nuestro país. Es vergonzoso que algunas formaciones políticas sigan siendo negacionistas, que continúen sin reconocer la violencia machista, que busque excusas para la desigualdad. Ante su tozudez, este Gobierno responde a golpe de ley. La de libertad sexual que hemos aprobado esta semana era imprescindible y necesaria. Pongámonos en pie de nuevo este 8 de marzo para que quede claro que no estamos dispuestas a dar ni un solo paso atrás.