El delegado del Gobierno en Castilla y León participa en Valladolid en el acto de homenaje a agentes del Cuerpo de la Policía Nacional en el 191 aniversario de su creación en España

El delegado del Gobierno en Castilla y León participa en Valladolid en el acto de homenaje a agentes del Cuerpo de la Policía Nacional en el 191 aniversario de su creación en España

13/01/2015

El delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano –acompañado por el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Ramiro Ruiz Medrano-, ha participado en el acto de reconocimiento a varios miembros de la Policía Nacional de Valladolid (44 funcionarios de Policía que han pasado a la situación de jubilados durante el pasado año y 25 funcionarios por su dedicación al servicio policial durante 35, 30, 25 y 20 años respectivamente).
Al acto, que se celebró en el Teatro Zorrilla de Valladolid, además del delegado y los homenajeados, asistió el jefe superior de Policía, Javier Peña Echeverría; el comisario provincial de Policía, Francisco López Canedo; el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva; el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero García; el presidente de la Audiencia Provincial, Feliciano Trebolle, y otros representantes institucionales y sociales, además de familiares de los policía homenajeados.
 
Intervención del Delegado del Gobierno en el acto conmemorativo del
“191 aniversario Cuerpo Nacional de Policía”
 
Alcalde, Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Presidente de la Diputación, General de la SUIGE, Subdelegado, Delegado Territorial, Jefe Superior de Policía, Comisario Provincial, funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, Policías, Señoras y Señores,
Buenas tardes a todos. Es para mi un honor participar en esta celebración del 191 aniversario de la creación de la Policía General del Reino, y por ello quiero transmitirles mi felicitación y la de los castellanos y leoneses. 
Aunque fuera en 1986 cuando se estableciera la figura administrativa con la que hoy trabajamos -tras la fusión del Cuerpo Superior de Policía y la Policía Nacional- no cabe duda que aquel Cuerpo de Policía que vio la luz de la mano de su majestad El Rey Fernando VII en 1824, ya tenía bien clara su doble función de servicio público de la que continuamos disfrutando: Por un lado, velar por el libre ejercicio de los derechos ciudadanos persiguiendo a aquellos que los vulneran y, por otro lado, garantizar el compromiso de la Administración Pública con el bienestar y la calidad de vida de las personas.
Afortunadamente poco o nada ha cambiado en la esencia de ese espíritu en los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y, en todo caso, de lo que podemos hablar hoy continúa siendo de su entrega y servicio al ciudadano.
Un policía patrullando nuestras calles es sensación de seguridad y de confianza.
Permítanme que mi primer recuerdo sea para cuantos durante años ejercieron su labor de servicio público en este Cuerpo y que este año nos han abandonado. 
Y quiero recordar hoy especialmente a cuantos dieron su vida en acto de servicio como el Policía abulense, Francisco Javier Ortega. El perdió la vida hace a penas unos días mientras velaba por nuestra seguridad en el Metro de Madrid. Gracias de corazón y todo nuestro ánimo, consuelo y solidaridad con sus familiares y amigos. 
Nuestro reconocimiento y honores a un gran policía.
Hoy también quisiera transmitir mi más sincera enhorabuena a todos los hombres y mujeres que, como Francisco Javier, han vuelto a cumplir con su deber de servicio público con absoluta entrega y profesionalidad.
Estos agradecimientos pueden parecer los propios de una efeméride pero les aseguro que no es el caso. Y no es el caso porque ningún responsable público, ni en Valladolid, ni en Castilla y León, ni en España estaremos satisfechos mientras continúe produciéndose un delito, pero no cabe duda que debemos estar, al menos, satisfechos de los datos registrados en nuestra provincia y en nuestra Comunidad Autónoma. 
Buenos resultados que serían imposibles sin la cooperación y coordinación del primero al último de los policías. Eso lo saben bien los sindicatos policiales que están conjugando la legitimidad de sus reivindicaciones con la lealtad y la responsabilidad.
La tasa de criminalidad es una de las más bajas de España y eso se demuestra en las estadísticas que mes tras mes, día tras día, son capaces de ofrecernos los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía.
Suyo es el mérito. A ustedes, a su trabajo policial, la sociedad debemos estar agradecidos.
Durante el año 2014 que acabamos de dejar atrás la Jefatura de Policía de Castilla y León ha registrado 42.645 infracciones (la suma de delitos y faltas), lo que supone un descenso del 4,4% con respecto al año anterior.
Datos aún mejores en ese empeño de superación son los que nos ofrece Valladolid y Medina del Campo: con un descenso del 6,7% en el conjunto de las dos comisarías con respecto al año 2013 y pasando de 12.570 a 11.728 infracciones en el mismo periodo. 
Como no podía ser de otro modo les animo a seguir mejorando pero vaya por delante mi enhorabuena y mi agradecimiento. El agradecimiento y la enhorabuena de los castellanos y leoneses.
Todo ello ha de servirnos para saber que ésta es una provincia y una región segura para vivir, para disfrutar, para recibir con los brazos abiertos a cuantos nos visitan, para conocer nuestro rico patrimonio cultural y gastronómico o para invertir y crear empleo
Este grado de eficacia en la actuación policial recibe -además del agradecimiento ciudadano- el reconocimiento interno del propio Cuerpo Nacional de Policía hacia los casi 3.000 agentes que desempeñan sus labores en nuestra Comunidad y en concreto a los más de 700 que desempeñan su labor aquí en Valladolid.
Así, podemos sentirnos especialmente orgullosos de todos los agentes que hoy han sido reconocidos públicamente por su entrega y eficacia en el desempeño de sus obligaciones en las comisarías de Valladolid y Medina del Campo. Enhorabuena a todos. 
Y enhorabuena también a cuantos hoy reciben sus diplomas acreditativos de haber servido toda una vida a los ciudadanos con su trabajo hasta la jubilación en el Cuerpo Nacional de Policía. Disfruten todos con sus familiares y amigos del merecido descanso después de tantos años de trabajo bien hecho.  
En este momento también quiero reconocer la implicación que muchos de estos funcionarios mantienen incluso en su nueva situación administrativa. Así, vemos cómo aportan su experiencia en tantas y tantas situaciones de la vida cotidiana en unas ocasiones y en sucesos extraordinarios como el asesinato de la Presidenta de la Diputación de León en el que el papel de un agente jubilado permitió que las presuntas autoras del crimen fueran detenidas en una acción rápida y limpia. Gracias a todos. 
Afortunadamente el Cuerpo Nacional de Policía cuenta con muchos profesionales ejemplares que en estrecha colaboración y coordinación con los miembros de las Policías Locales y los integrantes de las restantes Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Fuerzas Armadas nos permiten decir que en este país nos sentimos seguros y que cuando no es así, trabajamos con el mayor ahínco para llevar esa sensación de seguridad y protección a los ciudadanos.
Si la Policía Nacional ha conseguido cumplir tantos y tantos objetivos es porque también ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y a los cambiantes modelos de delincuencia.
A veces todo esto parece lejano para los ciudadanos que vivimos en lugares donde muchas veces ni imaginamos que puedan esconderse algunos de estos -si me lo permiten- nuevos delincuentes.
Las tareas de prevención y en otras ocasiones la intervención directa de la Policía han evitado que criminales como los vinculados a los movimientos yihadistas hayan campado a sus anchas por las calles de nuestras ciudades. 
Estos días en los que Francia –Europa entera diría yo- ha recibido el mazazo de la sinrazón terrorista tenemos que ser conscientes de que el riesgo cero no existe pero que en España contamos con profesionales reconocidos a nivel mundial, dispuestos a cumplir eficazmente sus cometidos. Años de lucha contra la lacra terrorista de ETA han hecho que nuestro país y nuestros policías sean un referente en la lucha contra estos movimientos que atentan contra la democracia y el estado de derecho que con tanto esfuerzo hemos logrado. 
Si el yihadismo es estos días la mayor de las amenazas globales hoy, sin embargo, no quiero olvidarme de las víctimas de otra forma de terrorismo como es la violencia de género. 
La ciudadanía entera está involucrándose en la lucha contra la violencia sobre la mujer y la Policía Nacional ha de seguir siendo un referente en la sensibilización y en la lucha contra la misma.
Todo ello permitirá que nuestra sociedad sea más segura y que los ciudadanos disfruten de esa garantía que todos anhelamos y en la que tenemos que continuar empeñándonos, como hoy recordamos lleva haciendo el Cuerpo Nacional de Policía desde hace casi dos siglos.
Esa demanda de seguridad en estos tiempos de crisis económica tiene además una vertiente directamente relacionada con el crecimiento, la generación de riqueza y la creación de empleo.
Ustedes, los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son la garantía de la integridad de nuestros hogares y de nuestros bienes pero además son los guardianes de la convivencia pacífica de todos los españoles y que nos garantiza nuestra Carta Magna, la Constitución.
Todo esto sería impensable sin la comprensión, el sacrificio y el apoyo que todos y cada uno de los agentes y responsables del Cuerpo reciben por parte de sus familias. Es para mí, como responsable público, y también para la ciudadanía en sus conjunto, tanto un deseo como una obligación, trasladar a sus familias este agradecimiento que nos sale del corazón porque va más allá del mero cumplimiento de las obligaciones como funcionarios públicos.
Enhorabuena a todos los homenajeados, condecorados y  a todos los agentes de un Cuerpo del que todos nos sentimos orgullosos.

Muchas gracias,
Ramiro F. Ruiz Medrano
Delegado del Gobierno en Castilla y León