Carlos Urquijo: "Hacer compatible la unidad de España con el derecho a la independencia de sus territorios es un imposible que ninguna Constitución de nuestro entorno contempla"

Carlos Urquijo: "Hacer compatible la unidad de España con el derecho a la independencia de sus territorios es un imposible que ninguna Constitución de nuestro entorno contempla"

06/12/2014

 

  • "La única reforma que interesa a los partidos nacionalistas es la ruptura de España, un despropósito para ellos, para el conjunto de los españoles y sin recorrido en Europa"
  • Sobre corrupción cree obligado "poner todos los límites legales imaginables y sancionar con dureza a quienes los rebasen", pero advierte que "recuperar la decencia sólo llegará desde el compromiso individual"
  • Confía en que pronto las economías domésticas "perciban la recuperación económica que ya apuntan los indicadores macroeconómicos"

El Delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo ha calificado como "un imposible" el hacer compatible, como algunos pretenden, la unidad de España con el derecho a la independencia de sus territorios. Un imposible que, recuerda, "ninguna Constitución de nuestro entorno contempla".

Así lo ha manifestado hoy durante la celebración del XXXVI aniversario de la Constitución que ha reunido en la sede de la Delegación del Gobierno a numerosas autoridades civiles y militares.

Carlos Urquijo ha señalado en su intervención que “abordar un proceso de modificación de la Constitución se ha convertido en la piedra de toque de cualquier intervención pública de muchos políticos de nuestro país. Pareciera que la sola mención de esta voluntad obrara el milagro de terminar con la fatiga que algunos diagnostican para el modelo autonómico diseñado en 1978”. No obstante, para el Delegado del Gobierno, “en los últimos meses, si bien se mantiene plenamente vigente la reclamación anterior, más sentida en honor a la verdad por los políticos que por el resto de la ciudadanía, es la corrupción el principal motivo de preocupación de los españoles inmediatamente después del paro.

Respecto a la reforma de la Constitución, el Delegado de Gobierno ha destacado que “la clave de la reforma que algunos plantean es el modelo de Estado, un modelo de Estado cuestionado fundamentalmente por los partidos nacionalistas que, por estar en el tuétano de su razón de ser, jamás aceptarán una Constitución que no recoja su derecho a segregarse de España, eso que llaman eufemísticamente “derecho a decidir”.

“Hacer compatible la unidad de España con el derecho a la independencia de los territorios que la conforman –ha dicho- es un imposible que en derecho comparado ninguna Constitución de nuestro entorno contempla y que quienes creemos en la nación española no podemos aceptar”.

En su opinión la corrupción, que se ha hecho omnipresente en nuestra sociedad a través de los medios de comunicación, ha alcanzado no solo a los responsables políticos institucionales sino que se ha extendido entre organizaciones empresariales y sindicales, causando una desafección ciudadana con respecto a nuestro sistema sin precedentes”.

“Estamos por tanto obligados a poner todos los límites legales imaginables y sancionar con dureza a quienes los rebasen pero, no nos equivoquemos, la solución no está en manos de terceros. Para Carlos Urquijo, grandeza y miseria son la cara y la cruz del ser humano, la codicia y la generosidad, el bien y el mal en definitiva están en nuestra naturaleza, forman parte de cada uno de nosotros. El Boletín Oficial del Estado o el Código Penal deben ordenar nuestra vida en sociedad, pero fiar la regeneración que necesitamos a unas inaplazables reformas legales no es suficiente. La recuperación de la decencia y la ejemplaridad en la vida pública es una apuesta sobre todo moral y como tal solo llegarán desde la reflexión y el compromiso individual”.

Carlos Urquijo ha concluido su intervención con una llamada al optimismo: “Las bases para la recuperación económica son sólidas, los indicadores macroeconómicos así lo indican y los sacrificios realizados en estos tres duros años por todos los españoles terminarán por ser percibidos también en las economías domésticas”.