Urquijo cree que el Gobierno "no está pendiente de lo que pueda hacer ETA" y solo espera que "firme su defunción"

20/10/2016

 

  • Afirma que "algo falla en el sistema" para que "jóvenes" como los de Alsasua "funcionen con ese odio" a los "servidores del Estado"

El delegado del Gobierno central en el País Vasco, Carlos Urquijo, ha asegurado que el Gobierno "no está pendiente de lo que pueda hacer ETA" y solo espera que "firme su defunción", porque la banda "está prácticamente muerta".

Además, ha advertido de que "algo falla en el sistema" para que "jóvenes" como los de Alsasua "funcionen con ese odio" a los "servidores del Estado" que han "trabajado" para "acabar con la violencia" y que "puedan vivir en libertad".

En una entrevista concedida a Cope Más, Urquijo ha recordado también que la reciente la operación en Francia en la que agentes de la Policía gala y de la Guardia Civil "dieron con el zulo en el que aparecieron prácticamente la mitad de los revólveres robados por la banda armada en Vauvert hace 10 años", para afirmar que "siempre" ha confiado en "la capacidad" de las FSE y en "la acción de los jueces" para "cerrar esta siniestra historia" de ETA.

"Yo no estoy ni creo que el Gobierno esté pendiente de qué es lo que pueda hacer ETA, que está pendiente únicamente de firmar su certificado de defunción porque en el fondo está muerta", ha dicho.

Por contra, ha asegurado que le "preocupa mucho más lo que han hecho y han continuado haciendo, incluso después de ese anuncio del 20 de octubre de 2011, las Fuerzas de Seguridad del Estado". En este sentido, ha destacado que, "por ejemplo, han conseguido la detención y la puesta a disposición judicial de más de 150 miembros colaboradores de la banda en este lapso de tiempo".

"CERRAR ADECUADAMENTE LA HISTORIA"

Urquijo ha defendido que "lo más importante, después la violencia terrorista", es "cerrar adecuadamente la historia de esos 45 años de terror".

"Es fundamental hacer una pedagogía exacta y correcta en nuestro sistema educativo de qué es lo que ha ocurrido aquí en estos 45 años. No podemos volver a presenciar un episodio como el que vimos hace unos días en Hernani", ha señalado, en alusión al homenaje tributado por un grupo de alumnos de un instituto de la localidad guipuzcoana a 22 miembros de ETA, con motivo del "Gudari Eguna".

Para el delegado del Gobierno, resulta también "fundamental" defender "la verdad de lo ocurrido, que no ha habido un conflicto", sino "una minoría que apoyando una banda terrorista pretendía imponer por las armas un proyecto totalitario a los vascos".

Por otra parte, considera preciso "acabar con la impunidad en el País Vasco y en el conjunto de España" porque "todavía quedan por resolver la autoría personal de más de 300 asesinatos de ETA". "Hay que hacer un relato veraz de lo que aquí ha ocurrido para que se deslegitime la violencia y esto no pueda volver a ocurrir", ha señalado.

Urquijo ha indicado que lo que hizo ETA fue anunciar, "lo que ya todos sabíamos y era que estaba derrotada y no le quedaba otro camino que hacer esa declaración". "ETA estaba derrotada y su forma de hacerse presente en esa campaña electoral era con ese anuncio del cese definitivo", ha añadido.

Preguntado por si en su día hubo la sensación de que en aquel comunicado podría haber anunciado su disolución, ha manifestado que esa "es una carta siempre la guarda para cuando le parezca oportuno hacerlo".

El delegado del Gobierno ha señalado que ETA "siempre ha participado de una opinión" de que tiene que haber "un final dialogado" y ese anuncio de disolución "pretendía hacerlo cuando se dieran esas condiciones".

EL NACIONALISMO

Carlos Urquijo ha manifestado que son unas condiciones que "el nacionalismo durante mucho tiempo ha tratado de favorecer". "Empezó con el pacto de Estella en el año 1998 y terminó con la Conferencia de Aiete, unos días antes de ese anuncio. El nacionalismo siempre ha tratado de poner una percha donde ETA cuelgue el abandono de las armas", ha manifestado.

El delegado del Gobierno ha apuntado que estaría "faltando a la verdad si dijera que el nacionalismo no ha querido el final de ETA", pero "es verdad que ha querido que ese final llegara, no tanto, con una derrota policial como a través del diálogo y la negociación".

"Para el nacionalismo en el País Vasco, ETA no ha sido sino la manifestación de la existencia de un conflicto irresuelto, en su opinión, entre los vascos y lo que ellos llaman el Estado", ha añadido.

En relación al ofrecimiento del Gobierno vasco de que mantiene abierta su oferta para facilitar el desarme de ETA, ha indicado que "en estas horas o mañana probablemente algún representante del Gobierno vasco se reúna con los apostóles de la teoría del conflicto, con Brian Currin".

Carlos Urquijo ha indicado que el PNV y los partidos nacionalistas siempre han estado "en este tipo de enjuagues". A su juicio, el nacionalismo en el País Vasco "ha querido acabar con ETA, pero no ha querido hacerlo como se debe hacer en un Estado de Derecho, como se acabó realmente con ETA con la acción de la Policía y de la Guardia Civil y los Tribunales de Justicia".

ALSASUA

El delegado del Gobierno espera que la agresión a dos guardias civiles y sus parejas este pasado fin de semana en Alsasua sea "un episodio aislado", aunque ha advertido de que "eso no le quita importancia".

Por esta causa, ha insistido en la necesidad de la pedagogía "en el ámbito educativo" porque "no se entiende que, cinco años después del anuncio del cese definitivo de la violencia de ETA y siete después del último atentado de la banda en España, haya jóvenes de 18 ó 20 años que funcionen con ese odio frente a servidores del Estado".

Para el delegado del Gobierno, "lo que han hecho, precisamente" los guardias civiles que han prestado servicio en el País Vasco y Navarra ha sido "trabajar y acabar con la violencia para que esos jóvenes puedan vivir en libertad".

Urquijo ha señalado que "algo falla aquí, en el sistema", porque "en una situación mejor" existe "un problema muy importante por resolver, el de que las nuevas generaciones se eduquen en base a principios y valores, y no pueda haber ningún joven que se sienta legitimado en función de una situación política que le han contado, la ha visto en su casa o en el centro educativo".

En este sentido, cree necesario que los jóvenes no crean que "es legítimo el uso de la violencia frente a terceras personas y, sobre todo, para conseguir objetivos políticos, premiar o alabar la labor de quienes, durante 45 años, nos han estado amargando la vida".
 

Entrevista COPE (mp3)