El instituto Enrique Díez-Canedo de Puebla de la Calzada obtiene el Premio Nacional de Educación

Los responsables del centro recogieron el galardón

02/07/2017


• Por sus numerosas y atractivas actividades en conmemoración de los 400 años de la publicación de El Quijote y de la muerte de Miguel de Cervantes

• El Ministerio de Educación reconoce así a los centros que desarrollan proyectos que contribuyen a la mejora de la calidad educativa


El Instituto de Enseñanza Secundaria ‘Enrique Díez-Cannedo’ de Puebla de la Calzada ha obtenido el Premio Nacional de Educación en la modalidad de Desarrollo de Competencias de LectoEscritura y Audiovisuales que otorga el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

El galardón se entregó dentro de un acto que se celebró el pasado jueves en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música, que presidió el secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Marcial Marín.

Los premios tienen como fin reconocer a aquellos centros docentes españoles que imparten enseñanzas no universitarias del sistema educativo y que desarrollan proyectos que contribuyen a la mejora de la calidad educativa.

Con el título ‘Leyendo hasta el confín a lomos del flaco rocín, pero algo despacino que se nos cansa el pollino”, el centro educativo de Puebla de la Calzada se embarcó durante el curso 2015/2016 en la ‘quijotesca’ aventura de conmemorar, de una manera novedosa y original, la doble confluencia de las históricas efemérides literarias que tenía como protagonistas a Cervantes y a su obra ‘Don Quijote de la Mancha’: los 400 años de la publicación de la segunda parte de ‘El Quijote’ (1615) y el IV siglo de la muerte de Miguel Cervantes Saavedra (1616).

El centro –que agrupa a unos 400 escolares- puso en marcha numerosas actividades que contagiaron a varias localidades próximas, como Lobón y Barbaño, que activamente pasaron a formar parte de dichas iniciativas, que fueron coordinadas por Manuel Nieto.

Hay que destacar, sobre todo, el proyecto ‘Objetivo 400’ que pretendía reunir otros tantos ejemplares diferentes de ‘El Quijote’, y que al final sumó 1.000 títulos. También fue destacado la sucesiva ‘quijotización’ que sufrió el centro, tanto exterior como interiormente, llenándose las paredes de portadas de las obras de Cervantes, los documentos del centro, las comunicaciones, las actividades… En definitiva, todo estaba impregnado de las narraciones de Cervantes.

El colofón lo puso la iniciativa ‘Abril Cervantino’, que culminó con la concentración de unas 400 personas paseando a lo largo de cuatro kilómetros con un libro de Cervantes en la mano y escuchando en cada esquina a los alumnos leyendo pasajes de ‘El Quijote’.

El Ministerio valoró la capacidad de los profesores para incrementar su coordinación y poner en práctica determinadas actividades de carácter interdisciplinar, que exigieron necesariamente una planificación común con la colaboración de todos los implicados. El aumento de la presencia efectiva en el centro de loa padres, movilizados por la oportunidad de tomar parte activa en la vida diaria del lugar en el que sus hijos se educan, sintiéndose partícipes de sus mismas vivencias.

Y, por último, también valoró que los alumnos fueron, sin duda, los beneficiarios de las numerosas ideas que se llevaron a la práctica, como homenaje a Cervantes.