Francisco Jiménez toma posesión como nuevo delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia

Francisco Jiménez toma posesión como nuevo delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia

02/04/2019

La historia atribuye a Thomas Jefferson, uno de los padres fundadores de Estados Unidos y tercer presidente de la nación, que “cuando alguien asume un cargo público, debe considerarse a sí mismo como propiedad pública”. Valga esta frase como introductoria y reveladora declaración de intenciones en relación al cargo de delegado del Gobierno que hoy, con gran orgullo y profunda humildad, asumo en esta toma de posesión

Permítanme que mis primeras palabras sean y constituyan un reconocimiento público a la figura de mi predecesor, Diego Conesa Alcaraz, quien, en estos diez meses al frente de la Delegación del Gobierno, ha ilustrado como nadie la sentencia de Jefferson, convirtiendo su propia figura y esta privilegiada atalaya institucional en patrimonio público al servicio exclusivo de los intereses generales de los ciudadanos. 

Designación que, por otra parte, aunque personificada en mí, asumo como un merecido reconocimiento a los miles de funcionarios que, cada mañana, activan la descomunal maquinaria del Estado en la Región de Murcia

Soy un aragonés de Murcia. O un murciano de Aragón. No es ninguna paradoja. Más bien, dos premisas de un mismo silogismo. Justicia poética, si quieren, la oportunidad que me brinda la vida de devolver a la Región de Murcia el cariño y afecto incondicional con el que me acogió hace ya treinta años esta bendita tierra. 

El ejercicio político e institucional debe generar confianza y despejar incertidumbres, sin provocar tensiones artificiosas que no son, ni mucho menos, extrapolables a la cotidianidad en la que cuajan las relaciones de los ciudadanos

Quiero anunciarles que la lealtad, la colaboración, la cooperación y el respeto institucional seguirán marcando la actitud y la política del Gobierno de España para avanzar, al margen de los grandes proyectos estratégicos a los que me referiré posteriormente, hacia una Región del conocimiento en la que la excelencia educativa,  la cultura y la Universidad se conviertan en motores esenciales de desarrollo.