Policía Nacional detiene a dos personas e imputa a otras 2 por simulacion de delito y estafa, al denunciar de forma fraudulenta robos con violencia e intimidación.

28/08/2015

  • Los denunciantes manifestaban haber sufrido tirones de bolsos o teléfonos móviles, incluso alguno de ellos detallaba haber sufrido una caída como consecuencia de la violencia de sus asaltantes
  • Estos hechos, generan un gran esfuerzo a la Policía y a la Administración, cuyos efectivos ponen especial énfasis en su esclarecimiento ya que no solamente existe un perjuicio patrimonial para el ciudadano sino que acarrea un riesgo para la integridad física y provoca gran alarma social una vez difundido el hecho, aunque sea ficticio
  • La sensibilidad de las cuestiones sometidas a investigación hace que estos asuntos se traten con especial detalle y se dediquen a su esclarecimiento los últimos avances tecnológicos con los que cuenta la Policía

28 de Agosto de 2015.- Agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial, han procedido a la detención e imputación de 4 personas (una de ellas menor de edad), durante esta semana, por haber simulado ser víctimas de robos con violencia o intimidación, que en realidad no se habían producido, todo ello con la finalidad de cobrar la indemnización de alguna compañía de seguros o acceder a un nuevo terminal de telefonía móvil o equipo informático.


En lo que va de semana, se han esclarecido al menos cuatro casos en los que se habían denunciado robos con violencia o intimidación, los cuales realmente no habían sucedido.

Los denunciantes manifestaban haber sufrido tirones de bolsos o teléfonos móviles, incluso alguno de ellos detallaba haber sufrido una caída como consecuencia de la violencia de sus asaltantes.

En este orden, el pasado martes agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Navarra procedieron a la detención de un varón de 62 años, natural de esta capital, como presunto autor de los delitos de Simulación de delito y estafa. El origen que motivó tal intervención fue que el mismo había denunciado ser víctima de un atraco alegando que cuando estaba cerrando su vehículo se le habían acercado dos varones que le tiraron fuertemente del bolso colgado del hombro en ese momento llevándose documentación, dinero, y su teléfono móvil, llegando a tirarle al suelo, y emprendiendo la huida corriendo hacia un barrio periférico de esta ciudad.

Tras meses de investigación, se pudo constatar que realmente se trataba de una Simulación de Delito cuya única finalidad fue la de cobrar la indemnización del seguro, una cantidad que superaba los setecientos euros.

Otro caso descubierto, fue el robo denunciado en un establecimiento de hostelería del Casco Viejo, en el cual la denunciante, una chica de unos veinte años, había manifestado que mientras estaba con sus amigas un hombre del cual facilitó una descripción somera, le había arrebatado su bolso del hombro, en el que llevaba su teléfono móvil de última generación valorado en ochocientos euros.

Las pesquisas policiales llevadas a cabo señalaron que realmente los hechos no se habían producido de este modo, no estando ni siquiera acreditado que realmente hubiera tal sustracción, y mucho menos en los términos plasmados en la denuncia original, por lo que la denunciante resultó imputada como presunta autora de simulación de delito.

El tercer hecho, fue el protagonizado por otra joven de Pamplona, que denunció , que un joven la había abordado a la salida de una discoteca y le arrebató violentamente de una mano el teléfono móvil y de la otra el bolso, saliendo corriendo. La denunciante, tras interponer la denuncia en la Comisaría, trató de que el seguro le restituyera el terminal.

Gracias al trabajo realizado por los agentes de Policía nacional, se pudo comprobar que realmente había sufrido un extravío, y había fingido el robo denunciado, lo que implicó que la misma fuera detenida por la comisión de este ilícito.

El último caso investigado, ha sido la imputación a una menor de edad de la Simulación de Delito y la tentativa de estafa por denunciar hechos de similar naturaleza. La joven interpuso la denuncia a sabiendas de que no era verdad, acompañada de su progenitor, requisito legal en los menores de edad. Posteriormente solicitaron al seguro la correspondiente indemnización, que todavía no había sido abonada.

En la capital navarra existe un elevado número de denuncias en los que, los ciudadanos, con la finalidad de obtener una indemnización por parte de la compañía de seguros declaran haber sufrido un robo con violencia o intimidación. En el relato de hechos acaecidos, describen a uno o dos autores que les abordan de forma sorpresiva y, o por una parte les dan un fuerte tirón del bolso sustrayendo éste con todos los efectos que porta en su interior, siendo el objeto más denunciado como sustraído el teléfono móvil; o por otra, en ocasiones los presuntos autores intimidan a la víctima con una navaja, llegando a relatar amenazas proferidas por los atracadores e incluso lesiones, que huyen rápidamente sin apenas poder aportar el denunciante una descripción de los mismos.

Cuando se tiene conocimiento de que se ha producido un robo con violencia o intimidación, además de potenciar la prevención policial en los lugares donde se producen, los agentes especializados que tienen a su cargo la investigación realizan un estudio exhaustivo y pormenorizado del robo, con el fin de obtener información de interés para detener a los presuntos autores así como recuperar los efectos robados para devolverlos a sus legítimos propietarios.

Estos hechos, generan un gran esfuerzo a la Policía y a la Administración, cuyos efectivos ponen especial énfasis ya que no solamente existe un perjuicio patrimonial para el ciudadano sino que acarrea un riesgo para la integridad física y provoca gran alarma social una vez difundido el hecho, aunque sea ficticio. El trabajo de los investigadores puede durar meses hasta descubrir que realmente los hechos no han ocurrido, con el perjuicio que eso conlleva para la sociedad en general, causando también un agravio a la administración de Justicia.

Las consecuencias legales de la persona que comete una simulación de delito, son mucho más graves que la propia pérdida o extravío de un teléfono u otro objeto personal, ya que inventarse un robo que no ha sucedido, o simular un robo con violencia cuando realmente se trata de un hurto o un extravío tiene consecuencias significativas, máxime cuando se da parte al seguro y se ha cobrado una indemnización, lo cual añade la comisión de una estafa, que acarrea penas más graves aún que la propia simulación de delito, sin olvidarse de la posibilidad de ser detenido o imputado con las consecuencias personales y penales que acarrea.