El Puesto de Inspección Fronterizo (PIF) del Aeropuerto de Vitoria-Gasteiz está ya preparado para recibir productos perecederos de origen animal
21/05/2018
- El Delegado del Gobierno en el País Vasco, Javier De Andrés, ha visitado hoy las instalaciones del PIF para presentar su protocolo de actividad
- De Andrés subraya que la reapertura del PIF es una “gran oportunidad para que Foronda sea uno de los principales aeropuertos de la Unión Europea tras la salida de Gran Bretaña por el Brexit”
El Delegado del Gobierno en el País Vasco, Javier De Andrés ha visitado hoy el Punto de Inspección Fronteriza (PIF) del Aeropuerto de Vitoria-Gasteiz, que se encuentra ya operativo tras la reciente publicación de su reapertura en el Diario Oficial de la Unión Europea.
El pasado mes de abril la Comisión Europea, a través de su Comité Permanente de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos, autorizó la reapertura del PIF, atendiendo así la petición y las gestiones realizadas por el Gobierno de España.
De esta forma, las empresas interesadas en la importación de productos perecederos de origen animal pueden comenzar a operar en el aeródromo vitoriano, contribuyendo así a incrementar su volumen de carga diario.
Javier De Andrés, que ha estado acompañado en su visita por la Directora del Aeropuerto de Vitoria-Gasteiz, Begoña Llarena, y la Directora Territorial de Sanidad y Responsable del PIF, Marisa Fidalgo, ha recordado que la reapertura del PIF es una “extraordinaria oportunidad para el Aeropuerto de Vitoria-Gasteiz porque incrementa notablemente su potencial como infraestructura carguera de referencia en el transporte internacional de mercancías, en especial tras la futura salida de Gran Bretaña de la Unión Europea por el Brexit”.
El PIF del aeródromo vitoriano, que tuvo que suspender su actividad de forma temporal en abril de 2013 junto con otros 12 puestos españoles tras una decisión también de la Unión Europea, se pone en marcha de nuevo como una infraestructura, dependiente del Área de Sanidad Exterior del Ministerio de Sanidad, que aumenta la competitividad y capacidad del Aeropuerto para seguir creciendo en el transporte de mercancías, en este caso gracias a la importación de productos perecederos de origen animal.
“En estos momentos, con el continuo crecimiento en el volumen de carga, era necesario disponer nuevamente de PIF para el desarrollo pleno del potencial carguero de este aeropuerto y por ello desde la Delegación del Gobierno en el País Vasco se agilizaron los trámites administrativos con los respectivos ministerios y con la Unión Europea con el fin de que su reapertura se produjera lo antes posible”, ha recordado De Andrés.
Requisito básico
La labor del PIF se fundamenta en el requisito básico de que todos los productos de origen animal y los animales vivos refrigerados (mariscos) procedentes de países terceros exclusivamente pueden introducirse en territorio comunitario a través de un Puesto de Inspección Fronterizo autorizado por la Comisión Europea, de conformidad con la Decisión 2009/821/CE, que establece la lista de PIF autorizados y se revisa 3 o 4 veces al año.
Las autorizaciones están condicionadas al tipo de productos a importar. Así, el PIF del Aeropuerto de Vitoria-Gasteiz cuenta, tras su reapertura, con la autorización para importar productos de origen animal para el consumo humano, embalados, con y sin requisitos de temperatura (HC).
En las mismas instalaciones donde se ubica el PIF existe también un Recinto Aduanero Habilitado (RAH), autorizado para la importación de productos de origen no animal (PONA) como frutas y hortalizas, que en ningún momento ha tenido suspendida su actividad.
Protocolo de actividad en el Punto de Inspección Fronteriza
La inspección en los PIF se realiza bajo la responsabilidad del personal veterinario destinado en el País Vasco. En el caso de los productos perecederos de origen animal se trata de asegurar que las mercancías cumplen todos los requisitos sanitarios establecidos para los productos comunitarios, antes de proceder a su importación.
La labor de inspección del PIF se ajusta a un estricto protocolo de actuación. En un primer momento un agente de Aduanas, el interesado en la carga, comunica al PIF con antelación la llegada de las mercancías al aeropuerto. Una vez aterriza el avión, se presentan los documentos y certificados de origen, el inspector veterinario los comprueba, así como los precintos y etiquetados, e identifica la especie en el caso de pescados.
La mercancía completa se descarga en la zona de presentación del PIF y el inspector veterinario selecciona varias unidades que introduce en la sala de inspección. El resto de la partida se almacena en cualquiera de las tres cámaras (temperatura ambiente, refrigerada o congeladora) para garantizar su conservación en caso de retención por análisis oficial (productos sometidos a Red de Alerta, sospechas, programas de control reforzado y medidas especiales) o en las cámaras del operador, si todo es correcto.
En el caso de pescados frescos se controlan parámetros de frescura, parásitos visibles y calidad higiénica, tomándose muestras que posteriormente serán analizadas en laboratorios oficiales de control. Una vez superados los controles, el veterinario expide un documento que autoriza la libre práctica de la mercancía, que podrá distribuirse en todo el territorio una vez realizados los trámites aduaneros.
Mejoras en las instalaciones
Las instalaciones del PIF de Foronda iniciaron su funcionamiento en el año 1996. En el año 2000, una visita de la Oficina Alimentaria y Veterinaria (OAV) indicó la necesidad de realizar algunas adaptaciones estructurales, para adaptarlo a la normativa comunitaria. Se realizaron modificaciones en 2001 con resultado satisfactorio e informa positivo y posteriormente, en 2010 se llevaron a cabo nuevas mejoras estructurales como los accesos higiénicos para personal inspector.
Durante el tiempo en que ha permanecido en suspenso se han ido realizando nuevas mejoras como la construcción de un acceso higiénico para personal no inspector (acceso separado, dotado de material higiénico de un solo uso, lavamanos de accionamiento no manual, etc.) y la instalación de un registrador automático de temperatura en las cámaras, con alarma de temperatura, conexión USB y registro gráfico.