La antigua Aduana de Bilbao acogerá desde este lunes los servicios del Estado en Bizkaia tras una ambiciosa rehabilitación

La antigua Aduana de Bilbao acogerá desde este lunes los servicios del Estado en Bizkaia tras una ambiciosa rehabilitación

31/10/2020

  • El delegado del Gobierno, Denis Itxaso, visita las instalaciones, que se convertirán en “la gran ventanilla de la Administración del Estado en Bilbao, trasladando a sus dependencias la mayoría de los servicios que presta en el territorio y modernizando la atención ciudadana”
  • Las estimaciones iniciales sitúan en torno a 750 el número de personas que diariamente pasarán por estas nuevas instalaciones. Para atender ese volumen de trámites y consultas, trabajarán en los distintos servicios alrededor de 175 empleados públicos
  • Denis Itxaso: “La puesta en marcha de este inmueble refleja la apuesta decidida del Estado por recuperar, mantener y, lo más importante, dar un uso público a algunos de los edificios más emblemáticos de Bilbao”

 

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, junto al Subdelegado en Bizkaia, Vicente Reyes, han visitado en Bilbao el edificio de la antigua Aduana del Puerto de Bilbao, destinado a acoger y centralizar a partir de noviembre buena parte de los diferentes servicios que la Administración General del Estado presta en Bizkaia, facilitando así la relación con el conjunto de la ciudadanía. Tras una larga restauración, el nuevo edificio ha sacado lo mejor del original y añadido todo lo que la construcción moderna permite.

El 2 de noviembre se producirá la apertura al público de los servicios de la Oficina de Extranjería, Fogasa, Sanidad y Telecomunicaciones. A lo largo de esa primera semana abrirá igualmente Tráfico (el día 5). A lo largo de noviembre estarán operativos los servicios de Comercio y para principios del año que viene se espera que lo haga Muface. La Demarcación de Costas, por su parte, aún no ha definido las fechas en las que se ubicará en su nuevo emplazamiento.

Las estimaciones iniciales sitúan en torno a 750 el número de personas que diariamente pasarán por estas nuevas instalaciones, aunque los cálculos siguen rehaciéndose debido a las medidas de seguridad adoptadas tras la irrupción de la COVID-19, que provocan una reducción en el aforo del edificio. Además, se ha incentivado la solución telemática de numerosos trámites y gestiones en todos los servicios, lo que con toda probabilidad redundará en una menor afluencia de público.

Para atender ese volumen de trámites y consultas, trabajarán en los distintos servicios alrededor de 175 empleados públicos, que se reparten de la siguiente manera: 54 en Tráfico; 9 en el Fogasa; 11 en Muface; 12 en Comercio Exterior; 12 en Telecomunicaciones; 19 en Demarcación de Costas; 34 en Extranjería; 3 en Administración y 21 en Sanidad.

Además, la reapertura de este edificio va a posibilitar una concentración especialmente beneficiosa para las ciudadanas y ciudadanos de Bilbao, ya que, en un eje de muy pocos metros, encontrará los servicios de la Administración General del Estado, los del Ayuntamiento de Bilbao y los de la Audiencia Provincial y el Palacio de Justicia.

“La Aduana”, destaca Itxaso, “se convertirá en la gran ventanilla de la Administración del Estado en Bilbao, trasladando a sus dependencias la mayoría de los servicios que presta en el territorio y modernizando la atención ciudadana”.

El nuevo edificio, ubicado en la calle Barroeta Aldamar y que se asienta sobre una parcela de 2.781 metros cuadrados, ha sido recuperado tras más de cuatro años de trabajos y una inversión superior a los 13 millones de euros. El acondicionamiento de la planta baja y de otras dos superiores, además de una tercera que está destinada a alojar archivos, le otorga 8.008,91 metros cuadrados de superficie construida, de la que son útiles 3.000 metros cuadrados.  El traslado de todos estos servicios públicos de la Administración General del Estado, algunos tan importantes como Tráfico o Extranjería, a un único emplazamiento supone una de las mayores operaciones de este tipo de cuantas se han realizado hasta la fecha en todo el país.

“La puesta en marcha de este inmueble refleja la apuesta decidida del Estado por recuperar, mantener y, lo más importante, dar un uso público a algunos de los edificios más emblemáticos de nuestra ciudad”, resalta el Delegado del Gobierno. Es el caso del Palacio Chávarri, sede de la Subdelegación del Gobierno en Bizkaia, o ahora esta antigua Aduana, dos grandes muestras, además, de su implicación en la mejora de las y los ciudadanos vizcaínos.

OCHO SERVICIOS CENTRALIZADOS EN UN MISMO EDIFICIO

En concreto, serán 8 finalmente los servicios que se trasladen a la antigua Aduana.

-Planta baja: Atención al público de la Dependencia Provincial de Trabajo e Inmigración-Oficina de Extranjería; atención al público de la Jefatura Provincial de Tráfico de Bizkaia y Aula de Exámenes; Dependencia Provincial de Sanidad-Centro de Vacunación Internacional. La configuración de la planta se completa con las dependencias de la Administración del edificio y una sala de prensa.

-Planta primera: Unidad Administrativa de Bizkaia del Fondo de Garantía Salarial-FOGASA; dependencias de trabajo de Extranjería y Tráfico.

-Planta segunda: Demarcación de Costas del País Vasco; MUFACE; Dirección Territorial de Comercio del País Vasco-SOIVRE; ICEX ESPAÑA Exportación e Inversiones; Dirección Provincial de Telecomunicaciones.

-Planta tercera: Archivos y otras instalaciones generales del edificio.

Los 8 servicios involucrados se encontraban hasta este momento diseminados por otros tantos edificios en la ciudad. Dejar los alquileres de esos locales permite hablar de un ahorro estimado de medio millón de euros anuales para la Administración del Estado.

El traslado de Tráfico conlleva además una importante medida: el nuevo edificio alberga una sala, con capacidad para 40 personas, donde se realizarán los exámenes teóricos para obtener el permiso de conducir, evitando con ello los desplazamientos hasta el centro de exámenes de Artxanda de miles de personas.

COMPLEJAS OBRAS DE REHABILITACIÓN Y RECUPERACIÓN.

El edificio que ha visitado el Delegado del Gobierno, Denis Itxaso, junto al Subdelegado en Bizkaia, Vicente Reyes, y que está llamado a convertirse en la gran ventanilla de la Administración del Estado en Bilbao, en Bizkaia, trasladando a sus dependencias la mayoría de los servicios que presta en el territorio, ha sacado lo mejor del original y añadido todo lo que la construcción moderna permite, tras una larga restauración. El coste total de la construcción del edificio original fue de 813.314 pesetas de la época y se inauguró oficialmente en agosto de 1893, cundo Bilbao se había convertido en una de las ciudades con mayor proyección económica de toda España, gracias a la extracción y comercio del mineral de hierro y a su transformación en productos derivados.

En la nueva ciudad, se irían levantando numerosos edificios para hacer presente el poder que estaba acumulando la Villa. De los últimos diez años del siglo XIX y los diez primeros del XX datan muchas de las construcciones singulares que hoy son patrimonio de la ciudad: el Palacio Chávarri, hoy sede de la Subdelegación del Gobierno en Bizkaia; la Estación de la Concordia, el Palacio de la Diputación, la Alhóndiga, el teatro Arriaga, el Ayuntamiento de Bilbao, el hospital de Basurto… Y la Aduana de Bilbao, cuya función pasa, en esencia, por controlar las mercancías que entran y salen y aplicar los correspondientes impuestos. La ubicación elegida para el nuevo edificio, el comienzo del muelle de Uribitarte, era lógica por dos motivos: uno, por su cercanía a la Ría y los muelles a los que llegaban las mercancías de las que se debía ocupar; y dos, porque el Estado disponía ya allí de unos terrenos desde la década de 1860, donde se levantaban unas viejas naves.

El subdelegado del Gobierno en Bizkaia, Vicente Reyes, ha querido incidir en la importancia de la antigua Aduana para la capital vizcaína, "un auténtico monumento, un edificio de excepcional factura, testigo del paso del tiempo y de los cambios en la villa, y que hoy se incorpora por derecho propio a este nuevo Bilbao, nacido tras la irrupción del Metro, del Guggengeim y de tantos otros hitos que han colocado a nuestra ciudad en la vanguardia del siglo XXI".

El traslado a las dependencias actuales de la Agencia Tributaria significó en 2013 el final de la trayectoria pública del inmueble. En junio de 2014 comenzaban unas obras muy complejas para la rehabilitación y recuperación del edificio, de planta trapezoidal y con dos patios con lucernarios a ambos lados de la escalera distribuidora central. Tras comprobar que no sufría daños de estructura, se decidió no variar su volumen añadiendo alturas o sótanos.

La rehabilitación ha devuelto el protagonismo a su entrada principal, por la calle Barroeta Aldamar, planteada en un triple arco, con una balconada y grandes ventanales en los pisos superiores, rematado por un frontón de corte clasicista. La fachada secundaria, que da a la plaza Pío Baroja, cumplía una función para la que ya no tiene sentido su uso: era la entrada de las mercancías y por ello estaba colocada frente al muelle.

Además, entre las obras realizadas se impuso el refuerzo de los forjados originales, la acomodación de espacios para hacerlos más diáfanos, acordes a sus futuras nuevas funciones, y la obligada renovación de instalaciones eléctricas, de agua y de ventilación.

El acuerdo entre administraciones permitió, también, la adecuación del entorno en el que se asienta el edificio, convirtiéndolo en un espacio más amable para el ciudadano. Así, la acera de la segunda fachada, la que da a la Ría, se unió a la plaza Pío Baroja, cerrando el tráfico rodado por ese lado. Esta decisión, junto al ensanchamiento de las aceras de la calle Barroeta Aldamar y la limitación de aparcamiento en la misma, propiciará un mejor y más cómodo acceso al inmueble y, por tanto, a los servicios que en él se ofrecen.