El Ministerio de Sanidad y Consumo recuerda que alcohol y conducción son incompatibles

11/08/2008

En una semana en la que dará comienzo la segunda operación salida del mes de agosto, la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad y Consumo, y la Dirección General de Tráfico (DGT) quieren recordar los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol. Ambos organismos han editado 800.000 folletos con el título Alcohol y otras drogas incompatibles con la conducción, como parte de la campaña informativa para prevenir los accidentes de tráfico.
 
El objetivo de esta campaña, como explicó el ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, durante su presentación en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo el pasado 17 de julio, es reducir en lo posible un problema social de consecuencias irreversibles.
 
Aunque las campañas desarrolladas por la DGT y las medidas legislativas adoptadas para reducir el número de accidentes están funcionando, es necesario insistir en la prevención del consumo de alcohol entre los conductores para reducir los 1.500 muertos y 50.000 heridos que cada año se registran por accidentes de tráfico relacionados con el consumo de alcohol.
 
CREENCIAS FALSAS
 
En el folleto Alcohol y otras drogas incompatibles con la conducción se recuerdan las consecuencias irreversibles que puede ocasionar el hecho de conducir después de haber consumido alcohol y drogas. Asimismo, se desmienten ciertas creencias, como que consumir caramelos, chicles o sprays bucales, beber mucho agua, tomar café o incluso consumir cocaína, reduzcan la tasa de alcoholemia.
 
En el folleto, que está siendo distribuido en las autoescuelas a razón de 200.000 por trimestre y que va dirigido a los futuros conductores, se insiste en que la única tasa de alcoholemia segura es la de 0,0 gr/l de alcohol y se recuerda que conducir bajo los efectos del alcohol o de otras drogas está castigado por la ley y pueden incluso acarrear penas de prisión.
 
Por último, el Ministerio de Sanidad y Consumo recomienda a los padres que viajen con niños que utilicen las medidas de seguridad homologadas para menores y que lo hagan correctamente. Cada año cientos de niños pierden la vida por la no utilización, o por el uso incorrecto de las sillas de seguridad. En este sentido, los expertos estiman que el uso correcto de estas medidas de precaución reduciría el número de muertes por esta causa en un 75 por ciento y se evitarían las lesiones (craneoencefálicas en su mayoría) en un 90 por ciento.