El índice de criminalidad en Castro Urdiales es de 24 infracciones penales por 1.000 habitantes frente a la media de España de 45,8

El delegado del Gobierno, junto al alcalde y los responsables de la Guardia Civil y la Policía Local

06/09/2010

La Guardia Civil ha aumentado sus efectivos en un 50% en los últimos 5 años


El delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez, presidió hoy en Castro Urdiales la Junta Local de Seguridad junto con el alcalde, Fernando Muguruza, en la que este último manifestó que el ayuntamiento buscará terrenos con el objeto de construir un nuevo cuartel. El delegado del Gobierno destacó que el índice de criminalidad en Castro está en 24 infracciones por 1.000 habitantes frente al 45,8 de la media de España.

El alcalde Fernando Muguruza ha calificado de resultados especialmente positivos tras la reunión de la Junta Local de Seguridad a la que han asistido el teniente coronel jefe accidental de la Guardia Civil de Cantabria, Juan Airas, así como los responsables de la Guardia Civil de la zona y de la Policía Local del municipio..

Agustín Ibáñez también se ha mostrado optimista por los datos del descenso de la criminalidad registrados en Castro Urdiales en los últimos años. Ha señalado que en estos momentos "estamos en la mejor situación ya qur a fecha de 31 de julio pasado el índice de infracciones por 1.000 habitantes ha descendido el 21,7 %. Han bajado los delitos en un 6,25% y las faltas en un 36%.

Además, señaló que en los últimos 5 años, el número de efectivos del Cuartel de Castro urdiales habían aumentado en un 50%, mientras que la media de incremento de agentes en Cantabria había sido del 11%.

El alcalde ha incidido en el deseo de colaboración con la Guardia Civil que celeberará reuniones con la Policía Local todos los meses y pondrá en manos de la Junta de Gobierno la localización de un terreno para un nuevo cuartel de la Guardia Civil.

Acerca del problema del botellón, denunciado por el alcalde, el Delegado Agustín Ibáñez, ha dicho que aunque es competencia municipal se puede llegar a convertir en una cuestión de orden público. Se van a poner medidas con prontitud y con permanencia de las mismas en el tiempo.