Teresa Ribera ha subrayado que un acuerdo en Copenhague es la mejor señal para orientar al sector empresarial

Teresa Ribera ha subrayado que un acuerdo en Copenhague es la mejor señal para orientar al sector empresarial

04/11/2009

En el evento paralelo de The Climate Group' durante la Conferencia de Naciones sobre Cambio Climático en Barcelona


  • Ha señalado que los retos de la Presidencia de la Unión Europa, que ejercerá España durante el primer semestre de 2010, serán poner en marcha el Tratado de Lisboa y desarrollar los compromisos que se alcancen en la Cumbre del Clima en Copenhague.

La Secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, ha destacado que desde el punto de vista empresarial un acuerdo en Copenhague en materia de cambio climático es la mejor señal para orientar las inversiones a medio y largo plazo de las compañías, así como para generar confianza en los mercados. La Secretaria de Estado ha hecho estas declaraciones durante su intervención en el evento paralelo organizado por The Climate Group en el marco de la Conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático que se celebra del 2 al 6 de noviembre en Barcelona.

Ha señalado que los grandes retos de la Presidencia de la Unión Europa, que ejercerá España durante el primer semestre de 2010, serán poner en marcha el Tratado de Lisboa y desarrollar los compromisos que se alcancen en la Cumbre del Clima en Copenhague a finales de este año.

Teresa Ribera ha destacado que el sector empresarial tiene una responsabilidad clave en esta fase de transición de nuestro modelo económico hacia un desarrollo bajo en carbono que nos marcará la senda de un futuro compromiso en Copenhague. Ha hecho especial hincapié en la necesidad de reinventarse, especialmente aquellos sectores más afectados por la actual crisis, apoyándose en criterios de eficiencia y productividad.

Además ha apuntado que los gobiernos y las empresas deben trabajar conjuntamente para generalizar las tecnologías actuales basadas en energías renovables, así como de ahorro y eficiencia energética. Del mismo modo, paralelamente se debe hacer una apuesta fuerte en aquellos desarrollos técnicos incipientes que apuntan a una revolución tecnológica en un horizonte a largo plazo.

Los gobiernos deben gestionar esta transición mediante marcos reguladores que establezcan las señales adecuadas que incentiven determinadas opciones tecnológicas, así como ofrecer la protección a los sectores más vulnerables.